"liberando pensamientos.."
Parque de los Deseos,Medellín/Daiana González |
Representación, exhibición, actuación… Como en una obra de teatro realizada al aire libre, gays, lesbianas, transexuales, bisexuales, emos, punks, skates y afrocolombianos salen a los espacios que ya sienten como suyos , que han ido acoplando a sus dinámicas, simbolizándolos y cargándolos de afectos. Espacios que se convierten en lugares, lugares cuyas dinámicas no precisamente fueron previstas por la Administración Municipal de Medellín en el momento de construirlos. Zonas de tolerancia no declaradas, puntos de fuga donde las dinámicas tradicionales se irrumpen, espacios tan intrínsecos a la ciudad como cualquier otro.
“Caminando las calles se bordean los lugares privados de otros, pero a la vez, al ser muchos los que transitan las mismas sendas, se convierten en lugares para el encuentro colectivo, para el diálogo y la interacción social” dice Pablo Fernández Christlieb en un artículo titulado, los dos significados de la ciudad.
Entre estas zonas, existen algunas representativas y ya popularizadas en Medellín, que cambian las dinámicas del espacio público. Unidas por música e ideologías; como los Punks del Parque el Poblado, del Periodista o de la Villa ubicada por la 80, unidas por cultura, como los afro-descendientes de Tumaco, Buenaventura, Timbiquí y Quibdó en el parque San Antonio, el parque Berrío o el Parque de Moravia, unidas por aficiones, como los Skates en el estadio, la Estación Hospital o Terminal del Sur o por edades como los adultos mayores en el Parque Bolívar. Grupos poblacionales que durante años se congregan de lunes a domingo en la tarde o en la noche y en mayor proporción los fines de semana, reuniendo subjetividades y conciencias que no solo se comunican, sino que también construyen y acceden al sentimiento de identidad, entendiendo la identidad como “un proceso que solo se obtiene relacionándose y se construye a través de las diferencias” según el antropólogo español, Manuel Delgado.
La palabra espacio que se designa para definir algo abstracto, no simbolizado, producto de vivencias y practicas diarias sujetas a cambios constantes y rápidos, configura su significado al convertirse en un lugar de congregación de unos habitantes determinados que algunas veces generan lazos de hermandad y solidaridad:
“Yo vengo a este parque porque es donde se reúne la gran mayoría de paisanos, es un punto de encuentro, donde si estás desempleado te vienes y hablas con ellos y ellos te ayudan a buscar empleo, y así se relaciona uno más con la gente y con la propia raza”
Nelson Velasquez, Parque San Antonio.
Parque de los Deseos, Día viernes, Medellín/Daiana González |
Esas relaciones constantes y la creación de nuevos espacios de interacción generan poco a poco la concentración de nuevos grupos e hibridaciones culturales, como el caso de la aldea gay o zona de tolerancia no declarada en el Parque de los Deseos desde hace aproximadamente 2 años y un día a la semana en proporciones considerables, ‘los viernes’, las redes sociales y la comunicación entre los mismos grupos primarios ayudó a que el lugar se esté popularizado cada vez más. “Los que empezaron el parche fueron los de ‘La vieja Guardia’, que volvieron al sitio un parque gay” dice Andrés Carrizales, que va con frecuencia a esa zona, “este es el único lugar donde podemos reunirnos, nos trajeron y nos dimos cuenta que el sitio era de ambiente entonces seguimos viniendo, pero solo los viernes, igual si venimos en cualquier otro día el parque nunca nos va a discriminar”, de forma similar piensa Luz Marina, afrodescendiente del Chocó, que va frecuentemente al Parque San Antonio; “Es el encuentro con la raza, con mi gente, donde yo me puedo sentir cómoda y nadie me va a discriminar, el ambiente, la gente, todo me hace sentir como en casa.” La necesidad de encontrar afinidades de pensamiento y encontrarse con la similitud entre una ciudad llena de diferencias es lo que crea las concentraciones de diferentes grupos poblacionales. Aquellas diferencias según Guilles Deleuze y Félix Guatari son construidas por líneas diversas que atraviesan cada individuo conformando una vida, “líneas morales que dependen de la edad, el sexo, la raza, sectores y subjetividades de nosotros y fuera de nosotros (…) que no solo atraviesan a un individuo sino a todo un grupo o una sociedad” a estas líneas Deleuze y Guatari las designa con el nombre de ‘líneas de fuga’.
Entre las dinámicas que surgen en estos espacios, se presenta lo que el antropólogo Víctor Turner explicaba como la dramatización de la singularidad cultural, cada grupo poblacional trata de adoptar una serie de rasgos particulares que los hagan distintos a cualquier otro. El punto de fuga LGTB, se originó también y casi de forma inmediata con la aglomeración de Emos, Punks y Skates en el Parque de Ciencia y Tecnología Explora, lo que generó en el pasado, conflictos y actos violentos, según el vigilante del parque; “los primeros meses hubo problemas, porque está este grupo y el de los Emos y Punks, no sé cuál era la bronca pero sucedieron tres disturbios graves, con heridos y presencia de la policía.” los Punks y los Emos tratan de exponer sus ideologías culturales y lo que estás rechazan, tratan de posicionar su autoridad en la zona y generar miedo a los grupos poblacionales vecinos por medio de actos violentos. “Un día Emos y Punks ¡nos pegaron un susto! nos bombardearon de botellas que llevaban adentro fuego, es que ellos no toleran a los gays entonces por eso reaccionan así” comenta otro frecuente visitante que prefirió no decir su nombre.
Resulta increíble y casi impensable que en el Parque Explora tres grupos poblacionales con diferencias culturales, musicales e ideológicas compartan un mismo espacio, en el que se toleran y se unen para la protección de ese mismo lugar que ya consideran como suyo, ¿Por que iría el Skate a practicar con su tabla en un parque que no tiene el acondicionamiento físico, no cuenta con ramplas ni obstáculos que generalmente es lo que propicia su conglomeración? ¿Porqué hacer un skatebording improvisado en ese sector, sabiendo que la ciudad tiene lugares totalmente adecuados para este deporte como el Terminal del sur, la Estación Hospital y el Estadio? ¿Por qué no existen conflictos entre los Emos y Punks que conviven en un mismo espacio? Porque sin pensarlo han llenado de afectos su espacio, lo han convertido en un lugar abierto a cualquier ideología cultural que no trasgreda su misma ideología, como quizás creen que lo hace la comunidad LGTB del Parque de los Deseos, que a pesar de estar tan cerca al Explora no pueden traspasar las líneas invisibles que se han puesto.
Ante esto, tanto el grupo de seguridad como los guías ciudadanos que realizan jornadas de vigilancia en el parque de los deseos se pronuncian inconformes; “la desventaja de esa concentración son la peleas entre ellos mismos, la drogadicción, la emotividad excesiva entre parejas y el irrespeto al ciudadano” dice Alexander Ospina, guía ciudadano. A este hecho se suma la ausencia de denuncias por parte de la población que sufre las agresiones “el ciudadano come callado” agregó Alexander. Sin embargo no muchos opinan igual a él, Miguel Angel Mesa, vendedor de crispetas del sector desde hace 15 años y testigo de la evolución que este ha tenido, cree que la concentración de este grupo poblacional en el parque, no afecta en nada a su tranquilidad “Los Punks y los gay al inicio tuvieron enfrentamientos, pero se fueron disolviendo, mientras no hayan problemas y se respeten mutuamente sin escándalos no tengo inconvenientes, ellos han sido reservados, decentes y buenos consumidores” algo similar respondió su compañera Isabel, vendedora de minutos del Parque desde hace 9 meses; “a mí lo que más me gusta es que son muy buenos consumidores, reservados y decentes, a diferencia de los emos del parque explora, ellos dan miedo. Este lado es muy calmado y uno hasta se divierte con ellos, en cambio en el otro existe un descontrol, violencia y agresividad.” Pero de una forma algo contradictoria, un vendedor del sector del Parque Explora, Ignacio Rojas, que lleva trabajando 6 meses en el lugar dice no ver conflicto alguno “no he visto problemas entre ellos, el ambiente es agradable y hay mucha gente para trabajar.” Lo que revela que el verdadero conflicto no se daba ni se da entre los miembros del mismo lugar y que los actos violentos entre Emos, Punks y LGBT es cuestión del pasado.
El parque de los deseos de la ciudad de Medellín, construido en el último decenio del siglo XX y en el primero del siglo XXI junto con el Parque de la ciencia y tecnología Explora, el planetario municipal, el Centro Cultural Moravia y el Jardín Botánico, hacían parte de los nuevos proyectos de planeación municipal con miras al mejoramiento del espacio público. Estos proyectos tenían como objetivo principal la estructuración de la ciudad y ciudadanía, y de este modo incentivar la cultura y lograr una modernización tanto física como social “buscando afectar en la reciprocidad de comportamientos sociales, valores ciudadanos, cotidianidades, prácticas, entre otros.”[i] Estos nuevos espacios públicos, cambiaron la percepción de los medellinenses en cuanto a la definición de lo público, que es entendido como el ámbito que permite “el encuentro con la diferencia.” Parejas, niños, adultos mayores, adolescentes y hasta familias enteras visitan el parque que contiene actividades de entretenimiento para todas las edades y sin pensarlo también para todas las inclinaciones sexuales. De ser un sitio de recreación infantil en las mañanas y tardes de fin de semana, pasa a ser la zona perfecta, sin cohibiciones ni restricciones para estar en pareja, plena normalidad se vive de lunes a domingo en el Parque de los Deseos, solo el día viernes donde las dinámicas se mezclan y se irrumpe de manera extraña lo común. [ii] Jóvenes con estilos vanguardistas y extravagantes, que optaron por diferenciarse, salen buscando representarse como grupo o como seres humanos similares a sus pares y por esto, distintos a otros.[iii] Ante las dinámicas que esta concentración genera y a pesar de los hechos violentos del pasado, de los problemas de alcohol y drogadicción que se dice que tienen, la ciudadanía no interviene en el hecho, posiblemente porque “come callado” como reveló el guía ciudadano o porque simplemente no genera disgusto en la población que cada vez más acepta la inclusión de nuevas culturas, “ Si tu eres lesbiana o gay lo tolero, cada quien con sus gustos” afirma Cristina Gallego, vendedora de velas del sector, junto con Miguel e Isabel que disfrutan y hasta se divierten con la presencia de este grupo poblacional.
‘Diversidad cultural’ dice Lucia Bustamante, maestra por hace más de 20 años, que va al Parque de los Deseos tres veces por semana y presencia la concentración de la comunidad LGBT los viernes;“Ellos hacen parte de la sociedad y no los tenemos que excluir ni ellos se pueden sentir rechazados, ni señalados, ellos necesitan ser reconocidos por eso buscan un espacio donde se puedan reunir y mostrarle a la ciudad que ellos son diferentes y que tienen otra forma de ver las cosas, yo podría decir que me parece horrible, o inaceptable, pero no, creo que ellos necesitan ese espacio, por que entre más los señalemos es peor.”
La disonancia que se da en todas estos puntos de fuga de la ciudad, es cuando los grupos poblacionales de mayor proporción, se apropian de un espacio que aunque se convierte en un ‘lugar’ por un instante, no deja de ser público y como tal, cuenta con la presencia (así sea escasa) de la ciudadanía que espera respeto y tolerancia ante actos que agredan su comodidad y tranquilidad, como lo piensa Lucia que va con su hijo de 4 años al Parque “lo que no es bien visto es la forma en cómo ellos expresan la sexualidad frente al público que es heterogéneo”
Y mientras en el Parque de los Deseos los LGTB se apropian del espacio, en el Parque San Antonio los afrodescendientes ríen, toman, escuchan champeta y hablan sobre su pasado en el Pacifico para tratar de descansar un poco del estrés laboral, uno que otro blanco que no pasa de ser turista o conocido de algún afro interviene en el lugar.
En el Parque Bolívar los adultos mayores que han pasado toda la tarde tratando de solucionar los problemas políticos del país, junto con su cigarrillo y tinto empiezan a irse a casa para dar paso a un nuevo lugar, con nuevos grupos poblacionales en los que muy probablemente no pertenecen, los tan conocidos y popularizados transformistas que desde las 6 de la tarde habitan el parque de manera más notoria, exhibiendo sus trajes, maquillajes y accesorios que los distinguen a la vista. “Cada uno se va para su casa, desde que uno no se meta con ellos nada va a pasar” decía Carlos Meneses mientras cogía su bastón y se disponía a caminar para ir a su hogar.
En el parque el Poblado los Punks, estudiantes universitarios y turistas se sientan en los andenes, toman cerveza y aunque no se relacionan con los grupos de diferentes tendencias a ellos, si los conocen y los toleran.
En el parque Explora Emos y Punks hablan con sus combos y se miran de re ojo tratando de analizar la vestimenta bizarra que tiene el de al lado. Y junto cada uno de esos sitios, está la sociedad que como un público los observa detalladamente tratando de aceptar esa hibridación de culturas ajenas a ellos.
Sobre este tema, el artículo 32 del Manual de Convivencia Ciudadana para Medellín define al espacio público como “El sistema de inmuebles públicos y privados que se interrelacionan para satisfacer el interés general. Comprende elementos naturales y arquitectónicos destinados, por naturaleza, uso o afectación de necesidades colectivas urbanas y rurales de la ciudad, que trascienden los intereses individuales de los habitantes.
Pero como bien lo dice Natalia Lozano García egresada de la Universidad de Antioquia en el 2007 y quien elaboró su trabajo de grado sobre la representación socio-espacial del espacio público en la ciudad de Medellín. “Más que definiciones o manuales de uso provenientes de la institucionalidad, la descripción, utilidad y sentido “reales” los pueden dar mejor los habitantes de la ciudad, quienes lo viven y construyen cotidianamente”
Es un hecho que la transformación social de una ciudad tendrá lugar en el espacio público, pero no por el sitio sino por quien lo habita que crea puntos de fuga a la cotidianidad “es un hecho que la sociedad civil tomo a la ciudad de una manera precisa: la tomó por la calle”.[iv]
[i]Administración Municipal de Medellín,propuestas de desarrollo urbano 2004-2007
[ii] TRANSFORMACIÓN URBANA Y CONSTRUCCIÓN SOCIAL DEL ESPACIO PÚBLICO; El caso del Corredor Urbano Carabobo Por Andrés Felipe Jurado Aguilar /Monografía presentada para optar a titulo de Sociólogo: Universidad de Antioquia.
[iii] TERRITORIALIDAD E IDENTIDAD HIP HOP RAPEROS EN MEDELLÍN; Ángela Garcés Montoya, Paula Andrea Tamayo y José David Medina Holguín.
[iv] El espíritu de la calle, Psicología política de la cultura cotidiana, Pablo Fernández Christlieb, tomado del trabajo de grado; Representación socio-espacial del espacio público de la ciudad de Medellín, Natalia Lozano García, Universidad de Antioquia, Faculta de Ciencias Sociales y Humanas 2007
CULTURICENSE
YA HASTA LOS TOMBOS LO ESTAN HACIENDO
EN EL PARQUE EXPLORA FUMAN MARIHUANA
Y LA POLICIA NO DICE NADA POR QUE YA SE ESTA CULTURIZANDO
OJALA TODO DEJE DE SER UN TABU
HOY EN DIA NADIE SE PUEDE EXPRESAR LIBREMENTE POR QUE NO FALTA EL OPOSITOR
COMO LOS RASTAS EMOS PUNKS Y ELLOS FUMAN MARIHUANA O CONSUMEN DROGAS Y NO LES DICEN NADA UNA PERSONA NORMAL TAMBIEN PUEDE.
EL PARQUE EXPLORA LOS VIERNES ES BUENO
SOLO QUE YA HACE RATO NO VOY :s
Y CADA QUIEN VERA LO QUE HACE ;)
ESOS CACORROS SE HACEN LAS VICTIMAS
SABIENDO QUE LA 2 DE 3 DISTURBIOS FUERON OCACIONADOS POR CULPA DE ELLOS
APUÑALARON A UNA NIÑA DEL PARQUE EXPLORA.
LES GUSTA TIRAR LA PIEDRA Y ESCONDER LA MANO
BOBOS HPTAS
YO salgo ahy xD lo mejorrr que cartel.
Orgullo ;). <3
Tenemos el derecho como lo tienen todos, compartimos momentos, nos divertimos, conocemos gente.
Entonces? No lo hacemos con doble intencion, somos nosotros, no buscamos ni provocamos actos violentos.
Soy una de las niñas que sale ahí y me siento muy orgullosa delo que soy , también teniendo en cuenta de que no le hago ningún daño alguien, y siendo muy razonable de mis cosas , me siento libre y muy orgullosa de ser una persona homosexual.