"liberando pensamientos.."
Tratar de buscar palabras para definir a un ser sería caer en el primer error en una gran serie de errores. Un error en el que caemos todos, y que se asemeja a las visiones telenovelescas en donde la mujer protagonista es siempre la buena, hermosa, inteligente, a veces pobre pero que por cosas del destino resulta siendo millonaria y que está enamorada de un hombre igualmente bello que la ama incondicionalmente, un amor que resulta tener una serie de obstáculos propiciados por villanos que alteran la “normalidad del ambiente” pero que al final de todo se logran superar, reinando el amor y siendo felices por siempre… FIN.
Pero en este mundo no existe un molde concreto de circunstancias, no todo malo siempre lo fue, aquel bueno de vez en cuando tiene episodios de maldad y no siempre el hombre ama a una mujer, es más… no siempre son lo que se “suponen deben ser”. Lesbianas, homosexuales, transexuales, gays, prostitutas, pirómanos, drogadictos, ninfómanas ¡este es nuestro mundo! Aunque inaceptado, criticado y prejuiciado. Probablemente, toda esa gama de prejuicios tejida por dogmas ascéticos generados por la influencia del cristianismo en nuestra sociedad, que nos planteo desde sus inicios una moral tan practicada y aceptada que fue convirtiéndose en verdad universal e incuestionable de las que se basa una que otra política de gobierno, tratando de tapar esa diversidad con el sello “defectuoso” y cerrando la oportunidad de ser tratados de una forma igualitaria; pues lo extraño se discrimina, lo extraño se ignora y hasta se cubre, como cuando una madre esconde las verdaderas inclinaciones de su hijo homosexual por el miedo al qué dirán.
Almodóvar pone en escena aquellas circunstancias que son representadas por personajes indefinibles, muy semejantes a esta realidad que he mencionado y que en el séptimo arte se les da el nombre de “cine negro” y aunque este largometraje desate más sensaciones de desazón que de felicidad en el observador, también genera un ambiente místico que cuestiona nuestra sociedad y sus perversiones, que nos recuerdan que no todo es bello y color de rosa como a veces resulta ser nuestra vida, pues más allá de esta sobrevive una inmensidad de humanidad que camina el mundo de la forma que cree que es la correcta.