"liberando pensamientos.."
La vida, misteriosa e inexplicable. Hay quienes se preguntan toda su existencia el por qué de ella si hay que morir. ¿Qué sentido tiene? Dicen ellos. El sentido es ese mismo, vivir, acompañado de fabulas, fantasías y sueños, acompañado de miedos y prejuicios que son la barrera de nuestros actos.
Pero ¿Quién soy yo para hablar con tanta seguridad de la vida?
Otra figura más que deambula en el cosmos, una partícula en el gran universo que un día también quiso saber por qué ha de vivirla. Que en una milésima de segundo halló su verdadero significado, pero luego este se le escapó de sus manos de la misma forma que una pequeña mariposa que se extiende en ellas para que solo contemplemos su hermosura.
Cuando en mi ser existía solo ingenuidad y transparencia abogué por el amor como el gran sentido de esta, como su felicidad y razón de ser. No creo haber estado lejos del verdadero significado, solo olvidé los detalles que como grandes espinas evitaban disfrutarlo, olvidé el dinero y el gran poder que tiene, olvidé lo que este había hecho en el ser humano cambiando todo el significado que se podría tener de la vida. Llegó para condicionar nuestra felicidad, condicionar nuestros sueños, llenarnos de avaricia y alejarnos por completo de los verdaderos matices de la vida. En algún momento Marx dijo “el trabajo es lo que define al hombre” cerrando con esta frase el verdadero sentido de vivir. Llegaron las tecnologías apabullando a la hermosa mariposa sobre mi mano y con esta probablemente la pobreza, el sufrimiento y la tristeza.
Un trabajo de 10 horas diarias tal vez sería la solución de esa infelicidad, vender mi tiempo y mi existencia, mis deseos y mis actos, por los deseos y voluntad del comprador. Todos nos preparamos para esto, algunos aspirando a ser quien mande para no ser mandados y otros que simplemente buscaron en el trabajo también una forma noble de ser felices, de ayudar a las personas, de dignificar sus vidas y hacerse útiles para la sociedad ( no todo es malo, claro está) porque estos últimos son aquellos que no tienen la avaricia y riqueza como su fiel compañera, creyeron en algún momento en un mundo mejor (aunque al ir envejeciendo se dieran cuenta de que poco es lo que se puede hacer en el corto tiempo que nos ofrece la vida), dejaron sus miedos y siguieron con el significado que yo tuve en un principio de la vida, no opusieron resistencia al amor ni a sus momentos faltos de lógica y disciplina, no se cohibieron de soñar.
Alguien también alguna vez dijo “son tiempos difíciles para los soñadores” yo soy de las que sigue pensando que vale la pena serlo, para dar un respiro que nos aleje de esta sociedad contaminada.
Un trabajo de 10 horas diarias tal vez sería la solución de esa infelicidad, vender mi tiempo y mi existencia, mis deseos y mis actos, por los deseos y voluntad del comprador. Todos nos preparamos para esto, algunos aspirando a ser quien mande para no ser mandados y otros que simplemente buscaron en el trabajo también una forma noble de ser felices, de ayudar a las personas, de dignificar sus vidas y hacerse útiles para la sociedad ( no todo es malo, claro está) porque estos últimos son aquellos que no tienen la avaricia y riqueza como su fiel compañera, creyeron en algún momento en un mundo mejor (aunque al ir envejeciendo se dieran cuenta de que poco es lo que se puede hacer en el corto tiempo que nos ofrece la vida), dejaron sus miedos y siguieron con el significado que yo tuve en un principio de la vida, no opusieron resistencia al amor ni a sus momentos faltos de lógica y disciplina, no se cohibieron de soñar.
Alguien también alguna vez dijo “son tiempos difíciles para los soñadores” yo soy de las que sigue pensando que vale la pena serlo, para dar un respiro que nos aleje de esta sociedad contaminada.
me ha gustado, gracias por compartir