Mis ojos se deleitan al ver la novedad; sin trazos de costumbres, sin rostros coocidos. Soy, de repente, una anónima en la cotidianidad de la ciudad, con la oportunidad de cambiar detalles que harían de mi vida algo diferente.
Mañana, quizás, estaré cansada de no poder refugiarme en ningún rostro confiable . Quizás mañana lo desconocido pase a ser parte de mi nueva cotidianidad y este silencio sea mi nueva costumbre.
posted by Daiana González