Existieron una vez dos amantes, ella rubia, él algo delgado.
Sin prejuicios y sin males, ellos se desvestían, no importaba hora ni lugar. No importaban testigos.
No le temían a su cuerpo, ni permitían encarcelarse en telas y jeans.
La ropa se evaporaba con tal facilidad que quienes ya los conocían, acostumbrados a su piel descubierta, no mostraban sorpresa al verlos.
Eran seres desnudos que vagaban inconscientes o quizá conscientes, pero incomprendidos por los demás hombres que los miraban a veces de forma enfermiza achacándoles insultos y burlas.Ellos, siempre hicieron caso omiso, su cuerpo descubierto sintiendo la brisa, liberado de cauchos y ataduras, lo valía.
posted by Daiana González